Se trata de una vivienda unifamiliar entre medianeras que  se desarrolla en dos plantas y entre dos patios de luz y la fachada principal.

Volumétricamente la casa esta divida en dos volúmenes casi independientes que se unen por la caja de escalera y el patio central. Para acentuar el juego de los dos volúmenes y aprovechar el núcleo de la escalera como comunicación de los dos cuerpos,  eliminando al máximo la superficie construida de pasillos, la parte  trasera se sitúa en desnivel con respeto al cuerpo hacia la calle.

La vivienda se organiza en base al programa de los propietarios y a los criterios de maximizar la iluminación natural del la vivienda y su aperturas en la parcela tanto para el invierno como para el verano, tenidos en cuentas desde un principio.

Las aperturas en ventanas y puertas intentan subrayar el juego entre volúmenes, dando vistas diversificadas y estudiadas a través de las fachadas que se han creado tanto hacia el interior de la parcela como hacia la calle. 

La fachada de mortero blanco  se combina con elementos de madera en celosía para dar protección a los rayos de sol y dar la intimidad de la vida en interior de la vivienda cuando se trata de la fachada principal.