La filosofía del proyecto del edificio representativo del parque científico y tecnológico de Tenerife combina los principios de diseño sostenible, eficiente y las tecnologías de última generación  para crear un edificio que responde al contexto climático y arquitectónico del lugar. El edificio utiliza estrategias pasivas (sin consumo energético) a través del diseño de su forma y de su envolvente, con el fin de controlar el clima exterior para optimizar el confort ambiental interno.

El edificio ha sido diseñado a través de una serie de pruebas y simulaciones informáticas, en la que se evaluó su comportamiento dependiendo de  su forma, orientación, envolvente y sistemas tecnológicos, hasta conseguir una edificación eficientemente energética, ambientalmente integrada, funcional y una imagen tecnológicamente avanzada.

La propuesta proporciona una lectura dinámica, dando como resultado una forma orgánica, que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural, y aumenta la relación con el exterior maximizando el perímetro de contacto. La implantación acota un ámbito central que denominamos el patio del conocimiento, por medio de dos volúmenes cuyas orientaciones oscilan entre los ±15º dirección norte-sur que intersectan al este, emergiendo un nuevo volumen a modo de torre y dando lugar a plataformas verdes, atractivos jardines y terrazas en alturas como elementos distintivos del proyecto.

La fachada norte y este, más cerrada frente a los vientos dominantes, se despega del suelo para provocar las ventilaciones cruzadas en el volumen más al sur, y refrescar así el ambiente interior del patio de conocimiento. Cuenta con una doble piel constituida por mallas de leds trenzadas en acero inoxidable, difusoras de la investigación e innovación llevadas a cabo en el PCTT., así como una fuente de financiación para la Sociedad Gestora, a través de la publicidad, aprovechando la situación estratégica de este, visible desde la autopista TF-1, que cuenta con una intensidad media en ese punto de aproximadamente 92.000 vehículos diarios.  La fachada sur más trasparente y abierta se protege de la luz y el sol directo por medio de una doble piel constituidas por telas móviles que filtran la radiación solar y optimiza su incidencia en los espacios interiores, que requieren iluminación natural. Sobre las fachadas oeste y este la luz y el sol directo están controlados en su doble piel por lamas verticales.