El doble objetivo de cumplir un programa funcional ambicioso y no superar un presupuesto de ejecución material por contrata en una parcela bastante accidentada, con una superficie de 5.130,00 metros cuadrados y una edificabilidad de 1,20 m²/m² que nos permitiría construir hasta 6.156,00 metros cuadrados, son premisas de partida para configurar la idea del proyecto.
Modelar el terraplén, que actualmente sustenta la calle situada al noroeste, por medio de planos inclinados para configurar la plataforma donde se asienta el proyecto, conseguimos de esta manera, reducir los costes que conllevaría un muro de contención en toda la longitud de la calle y el nuevo terraplén se convertirá en la pieza estructurante del proyecto, capaz de albergar y dibujar los distintos usos e instalaciones, dar forma a los edificios que contienen las actividades múltiples y deportivas, conformar los recorridos, etc…

Tanto el terraplén natural (verde) como el construido (hormigón gunitado) no solo tienen la función de contener el terreno sino que al mismo tiempo conforman los recorridos, zonas de descanso, lectura, graderíos, petanca, etc… Las cubiertas de las edificaciones serán planas y transitables, terminadas con acabados especiales para poder desarrollar en ellas actividades deportivas, césped, tierra, caucho, etc… y con acceso desde el interior de las piezas y desde el exterior de los recorridos dibujados en el terraplén. Las instalaciones deportivas al aire libre se terminaran en hormigón fratasado con pintura especial. Las fachadas de las dos construcciones se realizaran con hormigón proyectado “gunitado” creando planos con diferentes inclinaciones que darán lugar al rocódromo.